miércoles, 4 de noviembre de 2009

MARATÓN DE NUEVA YORK. Parte 1

La entrada que voy a realizar sobre la maratón de Nueva York será puramente descriptiva, habrá cabida en siguientes ocasiones para mostrar las grandezas de esta ciudad, curiosidades y demaás aspectos del viaje.
La hora de salida la 5.30 a.m. Con más vagueza que ligereza me dispuse a vestirme con las ropas que a posteriori tendría que abandonar, y coger el desayuno que me hiciese despertar.
A las 6.00 a.m toda la expedición estaba a la puerta de The French Quarters; nuestro bloque de apartamentos, y nos dirijimos hasta la estación de metro de Time Square en dirección hacia la salida del ferry.
Ya en el metro se vislumbraba el ambiente runner con el que Nueva York entero se iba a teñir. Bolsas de comida, geles, barritas energéticas, gatorade...no faltaba de nada entre estaciones; y ahí estaba la expedición berciana; nada mas y nada menos, esperando a coger el ferry en dirección a Staten Island.
En el ferry, los disparos de los flashes me hacian entrar en razón, era ya hora del segundo yogurt; el cual hizo en mí el mismo efecto que un espresso italiano.
Cuando parecia que en Staten Island el "calvario" de transporte iba a acabar, aún quedaba un paseito en bus, que a la postre nos dejaría en una procesión de corredores en dirección a su santuario, la salida.
Ya en la salida, me dediqué a inspeccionar la zona; café, beagles, barritas....esto si que es organización..y después de andar, estirar un poco..me encuentro a Gus y tranquilamente nos dirijimos a la salida.
Eloy, otro runner de Ponferrada, nos deleita con sus historias, cuando de repente, la megafonia advierte que el primer cajón de salida ( el nuestro) se ha cerrado. En ese preciso instante, comienza para Gus y para mí el calentamiento; entre empujones, disculpas y sorrys al mas puro estilo pueblerino, intentamos ganar los metros perdidos por nuestra incompetencia; tanto es así que a Gus le pierdo pero yo de repente aparezco en primera fila con unos muy buenos amigos mexicanos.
Los mismos me prestan un imperdible para sujetar mi bono de metro; esto fue fundamental. Y tras prolegómenos, himno nacional y un Bloomberg muy bien conservado; el señor Frank Sinatra hace que me impulse puente arriba para coger el mejor sitio posible.

2 comentarios:

jose Nogales dijo...

Buena primera parte de tu cronica newyorkina. Enhorabuena por tus tiempos y por la experiencia de correr por esas calles.
Un saludo.

Gastroboy dijo...

¡Que envidia! Tengo ganas de leer la "crónica" de la carrera.

¡Espero que hayas disfrutado de la experiencia Edu!