jueves, 19 de marzo de 2009

DZOGCHEN: LA GRAN PERFECCIÓN

Hoy me siento inspirado y con ganas, por lo que haré una nueva entrada en el blog. Esta va referida a las buenas sensaciones del entrenamiento de hoy. La verdad es que no tenía muchas ganas de entrenar, pero con el buen tiempo que hace es un insulto quedarse en casa.
Ha sido increible: hacia tiempo que no me sentía tan bien en un entreno; no por lo bien que lo he hecho, ( que es lo de menos) sino por todo lo que rodeaba a este día Jueves 19 de Marzo.
Partimos del Miércoles 18, donde la cita estaba en la espicha de Industriales....todo un éxito (buen tiempo y mejor ambiente), hoy como es fiesta no hemos tenido clase por lo que he dormido como un bebé (lo necesitaba) y además he salido a entrenar encontrándome paisajes idílicos.

Como ha pasado el tiempo; cuando entrenar por allá en Diciembre, con esos árboles mustios, sin vida, esos paisajes inhóspitos donde sólo los atletas rompen la tranquilidad y donde el mercurio no superaba los 5ºC, ahora los árboles ya están en flor y destapan todo lo mejor de sí, los atletas como yo ya no parecemos gente rara, sino que nos camuflamos entre la multitud y el mercurio parece subir como la espuma...en definitiva, depués del entreno de hoy, yendo dirección a la residencia, he sentido la "vida" y su belleza de una forma espiritual.
De hecho, buscando en internet, creo que lo que he sentido hoy es DZOGCHEN, que se aferra en 10 principios o 10 "ausencias".
1. No hay visión en la que meditar
2. No hay ningún compromiso (samaya) que respetar
3. No hay una determinada cualidad espiritual que desarrollar
4. No hay mandala que crear
5. No hay ninguna iniciación que recibir
6. No hay sendero que seguir
7. No hay niveles de realización (o bhumis) que recorrer
8. No hay ninguna conducta específica que se deba adoptar o abandonar
9. Desde el sin principio la sabiduría natural permanece libre de obstáculos
10. La perfección espontánea está más allá de la esperanza y el temor.

El dzogchen es un sendero de sabiduría completo de principio a fin que no necesita, en consecuencia, recurrir a otro tipo de prácticas yóguicas, sútricas o tántricas. Lo fundamental en el dzogchen es el reconocimiento del llamado estado natural de la mente y acostumbrarse a dicho reconocimiento en todas circunstancias. No existe más misterio ni otro método.
Y ahora os dejo con esta afirmación budista:
Las acumulaciones de mérito y de sabiduría,
la quietud mental, la purificación de los hábitos,
no son sino clavos de fijación:
en el espacio primordial no hay nada a lo que aferrarse
¡Por tanto, cualquier artificio es superfluo!
Enderezar la espalda, cruzar las piernas,
todos los métodos físicos artificiales
no denotan sino un profundo apego hacia el propio cuerpo.
¡Sitúa todos los artificios en el espacio sin forma!
La naturaleza de la mente carece de principio u origen;
similar al cielo, no puede ser hallada mediante la búsqueda.
El despertar no-nacido
no se halla supeditado a causas ni condiciones.


aaaaauuuuuuuuuuuuuummmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm.jejeje

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